Con el paso de los días, nuestros gusanitos de seda siguen creciendo y creciendo, y son muchos los que ya empezaron a tejer sus capullitos. Cada día, al entrar en clase, abrimos la caja de los gusanos de seda con gran ilusión por ver cuantos quedan y cuantos han tejido ya sus capullitos. También les ponemos hojas nuevas para que sigan comiendo y comiendo, y los abservamos con lupa para verlos más de cerca. En estos días aprendimos una bonita canción sobre los gusanitos, que dice así:
sentada en el jardín,
yo ví un gusanito
que se arrastraba así.
Subió por una rama
hasta que se cansó,
tejió su capullito
y dormido se quedó.
Pasaron tres semanas
y una mañana hermosa
rompió su capullito
y salió una mariposa.
Y las maripositas
vuelan entre las flores,
son lindas como ellas
y tienen mil colores.
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